Sentirse en unidad con la Tierra es amar todos y cada uno de sus procesos: de los elementos cuya fuerza bruta nos hace temerlos; de sus estaciones algunas tediosas y odiadas; de la vida que en ella habita bien admirada si está lejos de nosotros; de su forma de equilibrarse con los temidos volcanes, maremotos, etc. Sentirse en unidad con la Tierra es amarla, es amarte.
Llegó el momento de trabajar
El mundo entero paralizado, la humanidad sumergida en el miedo y recluida, todos al mismo nivel, mientras la Tierra se recompone, descansa y toma aliento para su próximo paso. Es en este momento caótico cuando debemos empezar a realizar el propósito por el cual estamos aquí. Es muy posible que caigamos en la separación pensando que hay dos energías contrarias enfrentadas, buscando el origen incierto, oculto y escondido de cuanto acontece en estos días. Es muy posible que caigamos en el miedo a la enfermedad y nos sumerjamos en un mundo de remedios, medicinas, alimentos, etc que nos puedan ayudar. Es muy posible que caigamos en la impotencia y en la frustración y tendremos que trabajarla interiormente.
Del Cielo a la Tierra
Muchos somos los que hemos despertado o estamos despertando y, en mayor o menor medida, hemos conectado con la divinidad, con la fuente, con el origen. Hemos subido arriba y hemos descubierto quiénes somos, de dónde y venimos, a qué hemos venido.
Geopatías.- Qué son y cómo nos afectan
Identificación de las energías teluricas que originan zonas geopatogenas nocivas para la salud de los seres vivos.