Efectivamente, la principal función del Péndulo Hebreo es realizar una limpieza energética profunda que va más allá de nuestro campo físico, alcanzando todos nuestros cuerpos sutiles, nuestro canal energético, llegando a limpiar nuestra conexión con la Fuente original.
No en vano, a los cursos acuden cada vez más terapeutas holísticos y sanadores que incluyen esta primordial función del Péndulo como preludio a sus propias terapias.
Terapeutas y sanadores han notado cómo, de un tiempo a esta parte, las terapias se hacen repetitivas, duraderas y con pocos resultados óptimos. El motivo reside en las energías extrañas de baja densidad que las personas alojamos en nuestros cuerpos y otras energías, igualmente de baja densidad que son generadas por nosotros mismos a través de emociones y pensamientos, llamémosles negativos.
Tengo constancia de personas que tras una serie de sesiones de reiki han sido derivados a mí por la presencia de energías «no gratas» que se resisten a abandonar el cuerpo que han invadido; personas tratadas con flores que no obtienen ningún resultado; o las que pronto han vuelto a recaer tras una pequeña mejoría al ser tratadas con otras diversas técnicas holísticas.
Por este motivo el Péndulo Hebreo es tan importante a la hora de sanar pues permite trabajar con la energía totalmente limpia de la persona que se vaya a tratar, consiguiendo que los efectos positivos que deseamos obtener, a través de la energía reiki, de terapias florales, homeopatía, etc., se amplifiquen.
Cuando una persona queda libre de energías limitantes y bloqueantes su propia energía fluye, si ademas, recibe su propia energía totalmente limpia y renovada, el éxito está garantizado.
El resultado de tratar a una persona con terapias holísticas, después de ser limpiado con el Péndulo Hebreo, nos garantiza un éxito rotundo del tratamiento elegido.
Esto es así, de tal forma que, solo usando la función de limpieza del péndulo, podemos observar cómo la persona restablece todos sus niveles.
Pero no sólo acuden terapeutas a los cursos, muchas personas, de distintas profesiones, con casos de enfermedad en sus casas acuden, a sabiendas de que la enfermedad tiene un origen emocional.
Estas personas, en su tiempo libre, se dedican a limpiar, equilibrar y sanar a los suyos, liberándoles de esas energías limitantes y conectándoles con su propio ser divino. Así, puedo dar fe de los cambios asombrosos observados tanto en personas con enfermedades físicas como emocionales, mentales y de otra índole.
Por supuesto, el Péndulo Hebreo tiene otras funciones como: el equilibrado de los chacras, la sanación propiamente dicha, la curación física de órganos, el desarrollo y crecimiento espiritual o la sanación del karma, entre otras, y cuya energía entra muy directamente en cuerpos limpios.
Mar Tejeda 
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